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“Lighthouse and Buildings” de Edward Hopper es considerada una de sus obras más bellas debido a su estilo realista detallado y su elección de un tema cautivador. Esta pintura cuenta una historia, impregnada de la soledad que caracteriza gran parte de la obra de Hopper, pero también llena de una sensación de serenidad y belleza natural. Aunque a menudo se describe esta pintura como un ejemplo del Nuevo Realismo, que fue un producto de la primera mitad del siglo XX, está sin duda marcada por el estilo único y característico de Hopper. Ver más
Es un paisaje clásico, pero con un toque personal. Aunque muchas de las obras de Hopper tienen una dimensión de comentario social, “Lighthouse and Buildings” es una pieza más suave. Representa un faro en Maine de una manera suave y hermosa de contemplar. Es un ejemplo de la fusión de la belleza melancólica y un profundo sentimiento de la cara oculta y solitaria de la vida en Estados Unidos. La pintura marca un momento crucial en la carrera de Hopper, ya que se estaba dirigiendo hacia el éxito que tendría más tarde con obras como “Nighthawks”.
Sobre Edward Hopper
Edward Hopper es una de las principales figuras del movimiento realista estadounidense, con cuadros como House by the Railroad (1925) y Nighthawks (1942).
Nacido en 1882 en el estado de Nueva York, Edward Hopper ingresó en la prestigiosa Escuela de Arte de Nueva York tras su formación secundaria. Se trasladó a Nueva York en 1908, donde fue contratado como ilustrador para campañas publicitarias. Ver más
Pronto se cansó del trabajo y expuso cuadros en su tiempo libre. Hacia 1915 pintó escenas de la vida americana y en 1920 presentó su primera exposición en el Whitney Studio Club, que tuvo un gran éxito. En 1924 se casó con Josephine Verstille Nivison.
Su particular estilo, de formas sencillas y colores más bien oscuros, juega con los contrastes entre luces y sombras. Hopper consiguió diversificar su enfoque realista, con paisajes escenificados, a veces urbanos y a veces rurales. Los personajes que pinta suelen inspirar una impresión de soledad y exclusión. La mayoría de sus óleos reflejan un país en plena transformación económica y social. En 1945, Edward Hopper fue admitido en la Academia Americana de las Artes y las Letras. Recibió numerosos premios y honores, incluido el título de Doctor en Bellas Artes del Instituto de Arte de Chicago en 1955.
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