¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?

Los elementos de esta obra son diversos e intrigantes: un recién nacido, una mujer muy anciana encogida sobre sí misma, cuerpos jóvenes y lánguidos, una escultura monocromática, algunos animales y una exuberante vegetación verde y azul. Todos estos elementos interactúan e invitan a explorar su significado, creando una especie de rompecabezas visual. A pesar de esta riqueza de elementos expresivos, la composición general se resiste a cualquier narrativa lineal. Hasta el día de hoy, esta franja sigue siendo un enigma para los historiadores del arte.

A través de su deseo de pintar esta obra monumental, Gauguin nos ha legado un testamento artístico complejo y cautivador de su tiempo en Tahití. Sus preguntas existenciales, su fascinación por la naturaleza y la diversidad humana se entrelazan en esta creación misteriosa, invitándonos a reflexionar y meditar sobre las muchas facetas de la vida y el arte.