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"Motamoe" de Paul Gauguin, conocido como "Paisaje con Pavos Reales", nos transmite las impresiones del artista sobre las maravillas que descubrió durante sus paseos. A través de medios gráficos, nos sumerge en un estado de sueño colorido, fantasía y ensueño. Gauguin creó una imagen extraordinaria, kaleidoscópica y ecléctica de un rincón aislado de la tierra, donde la armonía entre el hombre y la naturaleza se ilustra perfectamente. Ver más
Luminoso, saturado de colores contrastantes y enmarcado en la narrativa de una vida apacible alejada de la civilización, con una inscripción misteriosa en la esquina inferior de la imagen - "Motamoe".
Al igual que el resto de su obra de esta época, "Paisaje con Pavos Reales" posee un sabor extraordinario, resultado de la aplicación de múltiples capas de pintura al óleo. La composición se construye apilando varios planos. Dos siluetas de pavos reales aparecen en primer plano, paseando entre flores e imponentes piedras. Luego, un joven está representado trabajando con una herramienta para cortar árboles arrojada detrás de su espalda. Más arriba, se pueden vislumbrar una cabaña y dos figuras femeninas.
La mitad superior de la imagen está dominada por paisajes montañosos, con picos y acantilados. Un cocotero increíblemente alto y curvado atraviesa un fondo montañoso, extendiendo su cima hacia el cielo.
A pesar del título de la obra, los pavos reales, los personajes principales, parecen relativamente modestos: una pequeña hembra de tono rojizo y un macho más grande con plumaje azul oscuro desplegado. Sin embargo, la esplendor y belleza del abanico desplegado del pavo real parecen expresarse en los colores brillantes que impregnan todo el cuadro.